miércoles, 2 de abril de 2008

Parada y fonda en Portomarín: a 90 kilómetros de Santiago

Hemos cubierto ya la primera etapa y nos encontramos a 90 kilómetros del Pórtico de la Gloria. Estamos en Portomarín, una villa lucense marcada por el río Miño, que la atraviesa y articula la disposición de la localidad. Ésta fue décadas atrás totalmente reconstruida ladera arriba cuando se construyó el embalse de Belesar, lo que explica el aparentemente buen estado de conservación del caserío. Por recomendación de Aurora Gudín, propietaria del albergue Los Blasones de Sarria, hemos venido directamente al albergue O Mirador, que ofrece unas excelentes vistas sobre el Miño. Digamos que el servicio no se caracteriza precisamente por su simpatía. Vamos, que el tío que lo regenta es bastante saborío, joé. No hemos indagado mucho, pero no debe descartarse la posibilidad que tenga parentesco con algún malafollá granaíno. Un ejemplo: pone un plato de quesos de la tierra y le preguntamos qué tipos de queso eran. Respuesta: uno blando, uno duro y otro picante. ¡Gracias, pisha, por la lección gastronómica! Hemos llegado poco después de las dos de la tarde a Portomarín y nos ha sabido a gloria el duchazo que nos hemos dado después de unos 22 kilómetros de caminata. Después vino el correspondiente avituallamiento, que ha consistido en una ensalada con frutas, pulpo a feira, el citado plato de queso y una manzana. Después de volcar esta crónica a vuelapluma iremos al centro del pueblo a conocer su célebre iglesia de San Nicolás de traza románica.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Y os habeis gustao los quesos? si? Pos ya tá!!! hala a comer! y a quejarse menos!

Pse pisha, que uno no es simpatico pero si pone una bona comilona, ea a comer!

Un saludo del saborio de "o mirador"